SIPCA
Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés
Hemos incorporado a la sección de Archivos sonoros del portal SIPCA el trabajo “Recopilación de tradición oral en el Parque Cultural de San Juan de la Peña. Fase 2”, realizado en 2007-2008 por las investigadoras Sandra Araguás y Nereida Torrijos...
Se trata de un edificio de planta rectangular estrecha y alargada, construido en mampostería con sillares en las esquinas. Consta de dos pisos elevados sobre otro inferior donde se aloja el cárcavo. En el primero de ellos está instalada la muela y el segundo parece ser un recrecimiento posterior al resto del edificio. Cubre con teja árabe a dos vertientes sobre alero de hileras de ladrillo superpuestas.
El cárcavo cubre con bóveda de cañón peraltada de sillares lisos y alargados sobre muros construidos con sillares trabajados en los frentes necesarios para realizar un adecuado encaje entre ellos, mientras que el lado exterior se mantiene sin labrar dando un aspecto de falso almohadillado. Algunos sillares semejantes encontramos en los paramentos exteriores de este piso inferior y sobre el dintel de la puerta de entrada.
El sistema de accionamiento que presenta responde a la tipología de regolfo. Se trata de un precedente de la turbina conseguido al alojar el rodete habitual de los molinos hidráulicos en el interior de un cilindro de cantería. La entrada de un potente chorro de agua en este cubete de piedra crea un movimiento de vuelta o retroceso continuo del caudal, produciendo un efecto de remolino que aumenta notablemente la velocidad de giro del rodete y, por tanto, de rendimiento de la muela.
El procedimiento del regolfo es muy adecuado para zonas con potentes caudales de agua como es el caso del río Ebro. En lugares donde el agua dispone de menor fuerza es necesario generar presión. Así, encontramos, por ejemplo, en Escatrón, que se tiene que recurrir al sistema de cubo cuando la alimentación hidráulica es por medio de una acequia.
El cilindro o cubete del molino de Cinco Olivas tiene una altura de 1,29 m y una anchura similar de 1,29 m, con un diámetro interior de 0,97 m. Está construido por la superposición de tres círculos de piedra, que apoyan sobre un bloque rectangular en cuya base se encuentra el desagüe. El saetín o conducto de entrada del agua está tallado en las mismas piezas circulares. A diferencia de los molinos de rodete convencionales en los que el agua cae desde el saetín con una inclinación superior a los 45 º, en los de regolfo se busca que el chorro de agua incida en dirección transversal sobre las aspas o álabes de la rueda, por lo que la entrada de agua se produce de forma horizontal en la base del cilindro.
En las viviendas populares más antiguas, fechadas entre los siglos XIV y XVII, llama la atención la proliferación de elementos defensivos como las aspilleras, matacanes y, muy especialmente, grandes torreones. En nuestra comunidad autónoma contamos con más de un centenar de casas torreadas, que fueron declaradas BIC por el Gobierno de Aragón, localizadas en las sierras orientales turolenses y en el Pirineo y prepirineo altoaragoneses. Ambos conjuntos presentan grandes diferencias. Recorremos las torres turolenses, construidas en la baja Edad Media para proteger las masías dispersas y atestiguar también la prosperidad de sus propietarios.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002